domingo, 11 de marzo de 2012

Desapego: una forma sana de amar

Te quiero…pero, ¿puedo vivir sin ti? ¿Seré feliz si tú no estás? Estas preguntas nos invitan a la reflexión. La respuesta es SI y sólo sí, si te amo con desapego.

Desapego es amar de forma libre, sin opresión. Es una forma de amar sana que conduce a no depender emocionalmente de alguien, es cuidar y respetar los aspectos y espacios individuales, es tener la libertad de ser uno mismo…

Querer con desapego es querer sin idealizar. Es ver nuestra pareja como lo que realmente es, con defectos y virtudes, aceptando que somos diferentes y como tal, amarnos.

El desapego nos permite tener el control de nuestras vidas y no descansar nuestros sentimientos en el otro. Es no ceder al chantaje emocional para no “perderte” y complacerte hasta tal punto que paso a un segundo plano lo que quiero y lo que soy. Es no dejar de ser yo y exponer mis sentimientos y preferencias, por miedo e inseguridad. Es ser asertivo y poner límites.

Querer con desapego no es ser indiferentes. El indiferente practica hacia su pareja una clara desatención que daña emocionalmente. La indiferencia es el ruido del silencio cuando nos ignoran y nos hacen sentir que somos nada. La indiferencia es nociva, es una forma clara de expresar violencia emocional.  

Desapego, por el contrario, es esa “fortaleza” de comprender quien soy y en ese estado de comprensión, aceptarme. Es un espacio de respeto entre mi pareja y yo, bajo el entendido que tus derechos terminan justo en el lugar que comienzan los míos. Es un espacio de amor que crea armonía entre ambos. Es un espacio de cercanía precisa donde no existen dependencias o expectativas.

Desapego es: ¡una forma sana de amar!

Zoe




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